A veces me retiro y pienso... cruzo a la otra orilla y me detengo a contemplar...
Observando como pasan las cosas ante mí, me estremezco, me pierdo... me preocupo. Pero puedo ver.
Mis pensamientos y sensaciones místico-espirituales internas me juegan malas pasadas, pues si no entendiendo nada, a veces puedo actuar como si nada fuera importante.
Pero resulta que con el paso del tiempo y con las experiencias vividas, me he sorprendido a mí mismo, actuando en todas las parcelas de mi vida como si cada segundo fuera el último instante; participando de lleno, inmerso, con los cinco sentidos involucrados; siendo más consciente y terrenal que nunca, obligado a pensar que en realidad, las cosas más cotidianas y sencillas de la vida son las más importantes... supongo pues, que ahora sólo me falta encontrar ese punto medio exacto entre lo humano y lo divino, entre lo espiritual y lo mundano, entre la mente y la materia...
Quizás así, buscando ese equilibrio, pueda conseguir ser cada día un poco mejor.
Pues si el destino del hombre es MEJORAR cada día, a mi destino me encomiendo... así pues... nunca estaré perdido.
JMGG
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