El Jiu-Jitsu brasileño, conocido internacionalmente por su traducción al inglés, Brazilian Jiu Jitsu, y sus siglas: BJJ, es un arte marcial, deporte o forma de defensa personal, que se centra en las técnicas que se originan en el jiu-jitsu japonés, y se derivan del Judo, tal y como era practicado en Japón en el siglo XIX. Pero mejorado especialmente en lo que respecta a la lucha cuerpo a cuerpo en el suelo.
Fue conocido en sus inicios como Gracie Jiu-Jitsu (debido a que fue desarrollado por una familia brasileña apellidada Gracie, de antepasados escoceses) y se especializa en la lucha en el suelo, siendo el objetivo ganar una posición de control del oponente en el suelo y a partir de ella utilizar luxaciones de las articulaciones (tobillos, rodillas, muñecas, codos, hombros, cervicales) o estrangulaciones (principalmente las sanguíneas) para forzar al oponente a rendirse, dejándole en una situación hipotética de violencia extrema, fuera de combate o inconsciente dependiendo en la técnica de sometimiento usada por el practicante de jiu-jitsu.
Según su fundador, Hélio Gracie, "Dios creó a hombres, unos fuertes y otros menos, el jiu-jitsu iguala o minimiza esa disparidad de diferencia de fuerza y/o altura una vez que un oponente de menor envergadura o peso decide proyectar a su adversario llevándolo al suelo para desde ahí utilizar alguna técnica de jiu-jitsu".
No debe confundirse al jiu-jitsu brasileño con el Vale Tudo, también de origen brasileño.
HISTORIA
Mitsuyo Maeda (Hirosaki, Japón 1878. Belem, Brasil 1941.) nacido en el norte del Japón, era practicante de la escuela de Judo Kodokan. Emigró al Brasil en la década de 1910. Dada la ayuda que recibió al llegar a Brasil por parte de Gastao Gracie, empresario brasileño, decidió retribuir tal generosidad dando clases de judo a Carlos, el hijo de Gastão, Carlos, quien luego enseñó a sus hermanos, entre quienes se encontraba Helio Gracie.
Hélio, debido a su contextura débil, adaptó el ángulo de aplicación de los movimientos para que éstos se basaran más en la técnica de la ejecución y no tanto en la potencia física del ejecutor. De esta manera nació el jiu jitsu Gracie o Jiu Jitsu brasileño. El Jiu Jitsu brasileño ha sabido preservar todo la riqueza de técnicas en el suelo que el Judo moderno ha ido eliminando por considerarlas este último o bien poco vistosas en televisión al ser el Judo un deporte olímpico o por considerarlas peligrosas.
El Jiu Jitsu brasileño no solo ha preservado esa riqueza original del arte marcial originalmente practicada en el Japón sino que la ha mejorado impregnándola de la creatividad e impronta del carácter brasileño.
A los 17 años, Hélio Gracie subió al ring por primera vez en Río de Janeiro, para demostrar la eficacia de su jiu jitsu en comparación contros otros sistemas de combate, en esta primera pelea se enfrentó a un boxeador profesional llamado Antonio Portugal. Hélio ganó utilizando la llave de brazo en tan sólo treinta segundos. Esta pelea fue la primera de muchas victorias que Gracie tuvo contra oponentes de todo el mundo. Bajo la custodia de su hermano Carlos, Hélio llegó a ser un héroe nacional en Brasil.
Hélio se enfrentó en 1951 con el más grande maestro de Judo, Masahiko Kimura, quien venció a Helio Gracie atrapándolo en una de sus llaves de brazo favoritas llamada ude garami y rebautizada por los Gracie como 'Kimura lock' o 'llave Kimura' en su honor.
El Jiu-Jitsu Brasileño se populariza a nivel mundial gracias a la televisión realmente en la década de los noventa, época en la que Royce Gracie, exponente del estilo e hijo Helio, gana varios eventos del UFC,
Ultimate Fighting Championship un campeonato dónde varios estilos de artes marciales competían en un octogono sin límite de tiempo y con pocas reglas (vale todo). Una vez más cómo ya hiciera su padre Helio Gracie en Brasil 40 años antes, el jiu jitsu brasileño representado en este caso por Royce Gracie demostró su gran eficacia al ganar este torneo.
La familia Gracie, tuvo, indudablemente, un papel estelar en la creación de torneos abiertos de vale tudo (vale todo en español), y de las artes marciales mixtas.
GRACIAS, en nombre de los amantes de las artes marciales, al "O Sensei" (gran maestro) Hélio Gracie.